Miembro y jurado de la Escala de Milano (1983 - 1986)

La preparación de los jovenes bailerines en la escuela profesional del espectaculo, Milano, y de la Escala de Milano era un trabajo de grande satisfacción como pscóloga y danza-terapeuta.

El manejo de la energía emocional y del cuerpo es una sciencia. No es solo un deporte, porque contiene toda la gama emocional a transmitir.
La fragilidad de la salud y las heridas repetitivas de los bailerinos bajó considerbelmente después el trabajo en danza-terapia y el manejo del estrés competitivo entre el grupo.

Durante el tiempo de miembro de los jurados a la Escala de Milano sentí una grande frustración: que el ballet era visto -en este tiempo - más como un deporte de altissima competición , donde  era mas importante el milimetro técnico que la transmisión emocional.
Era muy difícil de defender esta conexión entre mente-emoción y cuerpo que hace del ballet una danza que expresa la belleza de sentir e interpretar la música.

Por eso dejé ser jurado en la Escala de Milano.




 

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